INICIO / NOTICIAS / Noticias de la Industria / ¿Cuáles son las causas típicas del desgaste y falla del disco de embrague en las cargadoras de ruedas?
El calor excesivo es uno de los principales culpables de plato de embrague desgaste y falla. Cuando se acopla un embrague, se genera fricción entre los discos del embrague y, si la carga es demasiado pesada o si se permite que el embrague patine excesivamente, esta fricción puede provocar aumentos significativos de temperatura. Las altas temperaturas pueden hacer que el material de fricción de los discos del embrague sufra una degradación térmica, lo que provoca endurecimiento o vidriado. Las superficies acristaladas pierden su capacidad de agarre eficaz, lo que provoca deslizamientos y una disminución del rendimiento. La expansión térmica puede alterar el ajuste de los componentes del embrague, exacerbando aún más el desgaste y provocando fallas prematuras.
El ajuste adecuado del mecanismo del embrague es crucial para un rendimiento óptimo. Si el embrague se ajusta demasiado fuerte, puede engancharse con demasiada fuerza, generando una fricción excesiva y provocando un rápido desgaste de los discos. Este acoplamiento agresivo también puede provocar un fenómeno conocido como "vibración", en el que el embrague se acopla y desacopla de forma errática, lo que contribuye aún más al desgaste. Por el contrario, si el embrague está demasiado flojo, es posible que no se engrane completamente, lo que provocará un deslizamiento durante la operación. Este deslizamiento da como resultado una mayor generación de calor y desgaste por fricción, lo que en última instancia compromete la vida útil de los discos del embrague. Los ajustes regulares de acuerdo con las especificaciones del fabricante son esenciales para garantizar un funcionamiento adecuado.
En los sistemas hidráulicos, la calidad del fluido hidráulico es primordial para el funcionamiento adecuado del embrague. El fluido hidráulico contaminado puede reducir significativamente la efectividad de la presión hidráulica necesaria para acoplar completamente los discos del embrague. Los contaminantes comunes incluyen suciedad, agua y aire, los cuales pueden ingresar al sistema a través de fugas o un sellado inadecuado. El fluido contaminado puede provocar un acoplamiento lento o incompleto, lo que provoca deslizamiento y mayor desgaste. Monitorear y reemplazar periódicamente el fluido hidráulico, así como mantener los filtros limpios, puede ayudar a garantizar un rendimiento hidráulico óptimo y proteger la integridad del sistema de embrague.
Descuidar las rutinas de mantenimiento regulares puede provocar una serie de problemas que aceleran el desgaste del disco del embrague. Las prácticas de mantenimiento, como inspecciones de rutina, limpieza y reemplazo oportuno de componentes desgastados, son vitales para preservar el rendimiento del sistema de embrague. Por ejemplo, no comprobar si hay signos de desgaste, como ruidos o vibraciones inusuales durante el funcionamiento, puede permitir que problemas menores se conviertan en fallas mayores.
Operar cargadoras de ruedas más allá de su capacidad de carga especificada genera una tensión indebida en todo el tren motriz, incluido el sistema de embrague. El manejo constante de cargas pesadas puede provocar un rápido desgaste de los discos del embrague, especialmente si los operadores no ajustan sus técnicas de conducción para tener en cuenta el aumento de peso. Las condiciones de carga elevada pueden hacer que el embrague se active de forma más agresiva, generando fricción y calor excesivos. Este mayor desgaste puede resultar en una degradación más rápida del material del embrague y provocar fallas si el cargador no se usa dentro de su capacidad prevista.
En entornos que requieren arranques y paradas frecuentes, como en construcción, demolición o manipulación de materiales, las placas de embrague experimentan tensiones repetidas durante el acoplamiento y desacoplamiento. Esta operación de parada y arranque puede provocar un desgaste importante si no se gestiona correctamente. Los operadores deben acoplar y desacoplar el embrague suavemente para minimizar la carga de impacto y el desgaste. Una técnica inadecuada durante estas operaciones puede contribuir a acelerar los patrones de desgaste de los discos del embrague, lo que reduce la vida útil y aumenta las necesidades de mantenimiento.